Congestión/infecciones de los senos nasales | Ronquidos/Problemas para dormir | Hurgarse la nariz
Congestión e infecciones de los senos nasales
El problema: La cavidad nasal está revestida de "cornetes", de tres a cuatro en la cavidad nasal izquierda y de tres a cuatro en la derecha para un total de seis o ocho cornetes. Estos cornetes están destinados a humedecer y humidificar el aire justo antes de que lo inhale hacia los pulmones. Los cornetes están hechos de tejido que puede expandirse y contraerse en respuesta a factores ambientales como la humedad, la temperatura, los alérgenos, el polvo y la contaminación.
Cuando el aire que respiramos es excesivamente seco (esto suele ocurrir en invierno; en grandes altitudes; en el desierto; y en los aviones, entre otras causas), los cornetes se expanden automáticamente para que haya una superficie más húmeda disponible para la humidificación. Pero a menudo, los cornetes no pueden satisfacer la necesidad de hidratar la nariz. Esto resulta en congestión; estar "completamente lleno". También puede provocar mucosidad más espesa, sangrado e incluso dolor.
La respuesta de nuestro cuerpo es que los cornetes se expandan aún más y trabajen demasiado para producir más moco. Esto da como resultado aún menos espacio en la nariz y dificulta aún más la respiración.
¡Es un verdadero dilema! Debido a que la anatomía nasal de cada persona es diferente, algunas personas tienen muchos más problemas con este dilema que otras.
La solución: La solución sin medicamentos consiste en complementar la humedad que producen los cornetes enjuagando y lavando la cavidad nasal con solución salina. Esto evita que trabajen demasiado y les permite contraerse manteniéndolos húmedos. La forma más eficaz de hacerlo es mediante irrigación nasal. Hidratar y enjuagar la cavidad nasal un par de veces al día con un enjuague salino ayudará a aliviar la sequedad y la congestión. Cuando esto ocurre, la congestión se reduce casi de inmediato y los síntomas secundarios, como irritación y sangrado, se resuelven con el tiempo.
Ronquidos y problemas para dormir
El problema: la mayoría de los ronquidos son causados por la congestión de los senos nasales que a su vez es causada por el aire seco, el polvo, los alérgenos y los gérmenes. Cuando el conducto nasal y los senos nasales están inflamados o congestionados, es difícil que el aire pase, lo que en última instancia hace que sea incómodo respirar por la nariz. Según la Sociedad Rinológica Estadounidense (ARS), el reflejo del cuerpo humano es respirar por la nariz mientras duerme, pero si sufre de inflamación e hinchazón de los senos nasales, lo obliga a respirar por la boca.
Los tejidos blandos de la parte posterior de la garganta (la úvula y el paladar blando) se relajan en comparación con cuando estás despierto. Si este tejido bloquea el camino mientras duerme, se crea una presión negativa detrás del paladar blando. Esto hace que el tejido blando vibre más y genere sonidos o ronquidos. Dado que los senos nasales están inflamados, puede forzar la respiración por la boca y aumentar la probabilidad de roncar.
La solución: La irrigación nasal puede ayudar con los ronquidos al enjuagar los senos nasales para eliminar obstrucciones y reducir la hinchazón, permitiendo que el aire pase libremente por la nariz. Además, numerosos ensayos clínicos indican que si irriga regularmente dependerá menos de los medicamentos, hará menos visitas al médico, respirará mejor por la nariz, roncará menos, dormirá más profundamente y se sentirá y estará más saludable.
Hurgarse la nariz
El problema: Hurgarse la nariz es un hábito curioso. Según un estudio de Trusted Source publicado en 1995, el 91 por ciento de las personas que respondieron al cuestionario informaron que lo hacían, mientras que sólo el 75 por ciento pensaba que "todo el mundo lo hace". En resumen, todos nos metemos los dedos en la nariz de vez en cuando.
Si bien es poco probable que hurgarse la nariz cause problemas graves, los problemas potenciales son especialmente problemáticos para las personas que están enfermas o tienen un sistema inmunológico más débil, como infecciones, propagación de enfermedades, daños en la cavidad nasal, hemorragias nasales, llagas, etc.
La solución: Una de las mejores soluciones para dejar de hurgarse la nariz es mantenerla hidratada. El aire seco provoca sequedad en las fosas nasales y crea costras o mocos. Un lavado nasal con solución salina es una forma sanitaria y natural de limpiar los conductos nasales y las cavidades sinusales. Enjuagar la cavidad nasal es aún más eficaz en las épocas en que las alergias estacionales son más problemáticas. El enjuague eliminará el polen o los alérgenos que puedan irritar las fosas nasales y provocar que se genere un exceso de moco.
La solución
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Ilustración nasal de Stella Gänger y Katharina Schindowski / CC BY